domingo, 21 de agosto de 2011

La Casa Vacia


    Fue un momento de esos en los que parece que has tenido una revelación, alargué el brazo para dejar el tabaco en un sitio inexistente ya, un sitio que pensaba que estaba lo suficientemente lejano en el tiempo, el espacio y el recuerdo, como para volver a abrir ninguna herida. Ese sitio inexistente era una estantería metálica con ruedas que ahora esta en el salón, pero antes tenia al lado de la cama a muchos kilómetros de aquí.
    En una casa ya vacía que desde el primer momento no me gustó a pesar de ser mas barata, solo la recuerdo con un terrible hedor a soledad, a culpa, lágrimas. Pero no siempre estuve solo, allí nos reunimos con la esperanza absurda de que sonara el teléfono y alguien nos diera la noticia de que Fede había resucitado, o que todo era un terrible error, que estábamos equivocados, no solo con su muerte sino sobre todo con su destino. Tan solo cinco meses antes, la muerte de mi padre ya fue un trance demasiado duro que no pude soportar, y tan solo 5 días después de lo de Fede era mi cumpleaños que en su honor, ya no celebro.

Espero que tu brisa
me traiga nuevos recuerdos
ventile esta casa vacía
con algo bueno:
desayunar tarde
mientras siento tus besos.



Nachete

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